Como dice el poema de Lewis Carroll, mi cabello se ha vuelto muy blanco y “I continue to stand on my head”.Crear y jugar con materiales a mi alcance me mantiene viva.Trabajar en el sector textil y dirigir una empresa de serigrafía cuando era joven en el Hades de la zona subtropical de Durban fue un enorme desafío.La pintura y la estampada están en mi ADN y, con el tiempo, al integrar nuevos modismos y costumbres, mis obras se han visto influenciadas. Una exposición se tituló "Forastero en tierra extraña". Al llegar a un nuevo país uno está silenciado verbalmente hasta poder hablar la lengua, así que recurrí al lenguaje universal del arte.Las exposiciones en galerías prestigiosas, por supuesto, añaden adrenalina a la energía pictórica.Las obras han dado la vuelta al mundo y galerías como Pontarte en los Países Bajos ciertamente ayudan en este sentido.Hay una parte de mí en forma de obra de arte en algún lugar de la mayoría de los continentes.