Pinto contra el enfado de quien pretende censurar la falta de maquillajes, de quien aún se escandaliza ante la desnudez, y más si los cuerpos son cotidianos, naturales, y ajenos a los cánones de una supuesta perfección estética.  En un intento de representar mujeres exentas de culpa y pecado, sin pudor ni complejos, seguras, naturales, autónomas…, empoderadas.  Mujeres que dan miedo porque deciden su forma de ser huyendo de las convenciones morales y los roles tradicionales, en un intento también de captar un instante, como si se tratara de un fotograma de una secuencia, de congelar un gesto irrepetible.Pinto también desde la necesidad de encontrar la emoción de lo imprevisto, a partir del gesto expresionista y pictórico de los colores inesperados, y construyo las imágenes desde la luz.  Mis composiciones son ligeramente asimétricas y aparentemente estables. Las imágenes destacan sobre fondos neutros en forma de banderas y en colores opuestos, industriales. Trabajo en la búsqueda de un resultado irónico, perturbador, increpante, extraño... incluso a veces desagradable. Todo ello al servicio de la eficacia y la contundencia estética.Mi pintura vive del impacto, de ser tajante, de la “no neutralidad”, de hurgar en aquello que nuestra sociedad cada vez más conservadora detesta: verse sin maquillaje, verse desnuda.