Esta obra pertenece a la colección la exposición La Acción del Silencio una exposición pictórica de resonancias cinematográficas. En anteriores exposiciones Ochoa ha abordado temas como lo sublime, la espiritualidad en el arte o la trascendencia. Como consecuencia de una evolución lógica ha llevado estos temas a un plano más íntimo, presentando en esta exposición una visión personal sobre la oración. Así, Ochoa, se suma a muchas inquietudes artísticas con afán de asir lo que nos desborda, de aprehender lo que nos supera, de expresar lo que es inefable, y en un esfuerzo quizá sisífico, persiguen alcanzar una expresión más acabada de las profundidades del ser humano y su relación con lo divino, con todo lo que ello tienen de misterioso, trágico, vertiginoso y bello.
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