Soy Eduardo Sierra, pintor, y mi obra nace de mirar el mundo de otra manera: con calma, con atención y escuchando la vida que nos rodea. Pasé varios años en el campo, donde aprendí a sentir la conexión invisible que une a todos los seres vivos. Esa experiencia sigue presente en cada trazo que hago.
Mis pinturas buscan capturar luz, color y emoción, creando espacios donde lo interior y lo exterior se encuentran. Quiero que quien las vea sienta lo que yo sentí: la alegría de lo simple, la belleza del momento, el latido de la vida en cada forma y color.
No busco solo mostrar, sino hacer que la obra resuene. Que quien la contemple conecte con la emoción, la sorpresa y la magia que me inspiran la naturaleza y la vida. Cada cuadro es una invitación a mirar, sentir y recordar que todo está vivo, todo vibra, y todo merece ser sentido.
Edad: Casi 67 años (pero con la energía de un electrón danzante)
Mi trayectoria no se mide en diplomas ni en años, sino en experiencias, miradas y momentos de conexión con la vida. He pasado años en el campo, aprendiendo a escuchar la naturaleza, a contemplar la luz y a sentir la vibración de todo lo que me rodea.
He pintado, escrito, soñado y experimentado con la vida misma. Cada obra es el resultado de ese aprendizaje, de esa contemplación y de ese amor por lo simple y lo esencial.
Si quieren conocer mi currículum completo… que lean El Quijote. Ahí encontrarán todo lo que me ha hecho ser quien soy: un buscador de belleza, un pintor de emociones y un eterno aprendiz del universo.



