
He plasmado mi pasión en cada pincelada, utilizando acrílicos, tierra y material orgánico para crear una textura que evoca la naturaleza y sus misterios. Con pigmentos intensos, he dado vida a una obra abstracta que captura la esencia de la transformación y la profundidad emocional. Esta pieza es un homenaje a las fuerzas terrenales y su interminable danza de creación y destrucción, invitando a la contemplación y reflexión en el espacio que habite. Pieza muy llamativa de un tamaño reseñable. Se trata de una de las obras más apreciadas por el artista y una de las piezas más exclusivas que nos presenta. El informalismo matérico que tanto caracteriza la obra de Arráez se vuelve a ver reflejado en esta nueva obra. Podemos percibir en esta obra la evolución del autor, su amor por la naturaleza, esa continua investigación, ese continuo buscarse a sí mismo.